La joyería de oro es una apuesta segura porque este material no perderá su brillo con el tiempo, pero acumulará impurezas y suciedad en el uso diario.
- Vierta agua tibia y unas gotas de detergente en un recipiente y mezcle bien. No uses agua muy caliente o hirviendo, especialmente si tus joyas contienen gemas, porque los cambios repentinos de temperatura pueden afectar las gemas y hacer que se agrieten.
- Sumerja las joyas de oro en la mezcla y déjelas en remojo durante al menos 15 minutos.
- Cepille cada pieza de joyería con un cepillo suave y trate de llegar a todas las esquinas y grietas donde el polvo pueda acumularse.
- Enjuague cada pieza con agua tibia, asegurándose de que no haya rastros de jabón en las esquinas.
- Seque bien cada pieza con un paño suave y luego déjelas secar al aire por completo.